"Amores perros" (2000)
- Observatorio Pragmática
- 5 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 may 2022
Por Michell Zuñiga
Película mexicana dirigida por Alejandro González Iñárritu, con guion de Guillermo Arriaga, protagonizada por Gael García Bernal, Vanessa Bauche, Álvaro Guerrero, Goya Toledo, Emilio Echevarría, Rodrigo Murray y Jorge Salinas.
La cinta está ambientada en la Ciudad de México, donde se desprenden tres historias que quedarán entrecruzadas a partir de un evento fortuito: ocurre un accidente automovilístico, el cual afecta la vida de tres personajes y a quienes los rodean. El causante del accidente, Octavio (Gael García Bernal) tiene planes de fugarse con Susana (Vanessa Bauche), la esposa de su hermano; para reunir el dinero suficiente, Octavio entra al mundo de las peleas de perros. La segunda afectada es Valeria (Goya Toledo) una modelo, la cual se acaba de mudar con su amante, desgraciadamente sufre el accidente el mismo día. Quien es testigo de este contratiempo es el Chivo, un vagabundo, el cual anteriormente era un profesor, sin embargo dejó a su familia por seguir sus ideales de hacer un mejor mundo para ellas.
El Jarocho, un joven que se dedica a la explotación de perros, se caracteriza por ser un personaje altamente agresivo y pretende que las cosas marchen como él lo desea, de modo que, cuando hace una enunciación sus intenciones son claras: pretende que sus interlocutores hagan algo. De modo que su actuación lingüística puede enmarcarse en la teoría de los actos de habla, que plantea que decir es hacer. Por la manera cómo se expresa ante sus interlocutores, según la clasificación de Searle sobre los actos de habla, se puede notar la presencia de los actos de habla directivos, cuya finalidad primordial es que el oyente haga algo mediante una orden, una súplica o una petición directa.
Un ejemplo del uso de esta herramienta lingüística es cuando el Jarocho le reclama a Octavio por la muerte de su perro Pancho causada por Coffee, el perro de Octavio. El Jarocho pretende que Octavio le pague una fuerte cantidad de dinero, debido a que Pancho era su mejor peleador. El Jarocho le ordena de manera directa a Octavio que le pague cierta cantidad de dinero, diciéndole: “te doy de dos sopas o me lo pagas o me lo pagas”. Del mismo modo, en este mismo ejemplo, se puede notar el uso de la amenaza como un medio lingüístico eficiente para lograr un objetivo.
A lo largo de la cinta se puede observar la presencia de los actos de habla directivos empleada principalmente por el Jarocho como una estrategia comunicativa para conseguir algo se sus oyentes, pero no sólo se vale de ese recurso sino que utiliza también la amenaza.
Imagen tomada de IMDb

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