Ejemplos de pragmática en la Literatura

Por: Laura Olvera

1. – Se conoce que usted ha sufrido mucho, Fernando – decía Clemencia al oficial […] – yo también he sufrido y se lo digo a usted para darle una lección de franqueza.

– ¿Usted, sufrir, señorita?... Usted tan bella, tan rica, tan joven…

Clemencia, Ignacio Manuel Altamirano, p. 70.

En este ejemplo hay presencia de un acto de cortesía, ya que el comandante Fernando Valle se dirige a la joven mujer con halagos y respeto; también hay algo de ironía, pues el comentario del comandante al cuestionar que ella ha sufrido se puede leer o interpretar con un tono quizá burlesco, debido a que Clemencia tiene belleza, dinero y salud.

2. – ¿Es posible, Valle? ¿Usted no baila?

– En efecto, Clemencia, no sé bailar… y anunció a usted que Enrique es un valsador terrible.

– ¿Pero Isabel?

– Me ha dado ya la primera contradanza, después se tocará un vals… Ella misma le tocará, me lo ha prometido, es un vals de Strauss ¡un delicioso vals de Strauss!

Clemencia, Ignacio Manuel Altamirano, p. 76.

En este ejemplo hay varios actos de habla, el primero se presenta cuando Clemencia le pregunta al comandante Valle si sabe bailar, éste es un acto ilocutivo; el segundo se da cuando Fernando Valle le anuncia a Clemencia que su compañero Enrique Flores tampoco sabe bailar, éste es un acto perlocutivo, pues provoca un efecto en el interlocutor; el tercero es cuando el comandante Flores le dice a Clemencia que no hay problema por su amiga Isabel, que mientras ellos bailan el vals ella será quien lo toca, éste es un acto directivo, ya que persuade al interlocutor hasta convencerlo.

3. Eran unos semidioses, audaces: unos tigres de la sierra, que derrotarían todas las fuerzas que se les enviaran. – ¡Oh! sí, ¡Ah! ¡cómo eran buenos! – exclamaban en todas partes sus admiradores de Chihuahua.

Tomochic, Heriberto Frias, p. 9.

En este ejemplo se presenta un acto de habla, éste es ilocutivo, pues posee una fuerza ya que está exclamando algo.

4. – Afigúrese usted, don Chema – oyó decir a una vieja alta y flaca, dirigiéndose a un mocetón de cara ancha y bronceada, que engullía como idiota enormes gordas, que ella le había traído por todo alimento – afigúrese quesque Teresita mesma bendice las carabinas, y cada tiro que avientan es un muerto, y que los gringos han regalado muchísima artillería… ¡muchísima! ¡Ay, mi alma!...

Tomochic, Heriberto Frias, p. 12.

En este ejemplo hay un acto locutivo, pues está reproduciendo la enunciación de otra persona.

5. Los envolvió la penumbra.

– Si le parece a usted – dijo Aguirre – que estamos demasiado a oscuras, encenderé la luz.

– No, no. Así estamos bien.

La sombra del caudillo, Martín Luis Guzmán, p. 22.

En este ejemplo hay un acto ilocutivo, que a su vez es directivo, pues busca persuadir a su interlocutor para encender la luz, aunque no logra su cometido.

6. Por fin, consciente del favor que anticipaban todos a sus palabras, y gozando de ello, dijo de súbito:

– ¿Pero pa qué, pues, buscarte en el Ministerio, si sé, Aguirre, que donde te jallo es en las tabernas?

La sombra del caudillo, Martín Luis Guzmán, p. 36.

En este ejemplo hay un acto ilocutivo, que a su vez es asertivo y declarativo; así mismo hay un rasgo de ironía en su emisión, y se puede deducir cuando el narrador antes de introducir el dialogo del personaje menciona que éste enuncia de manera repentina y también porque en el contexto en que fue expresado (una cena con mucho derroche a la que asistieron políticos y militares) se intuye que el personaje bebió demasiadas bebidas alcohólicas y se infiere que lo dice en un tono irónico.